5 recetas fáciles y sabrosas para sacarle partido a las verduras congeladas.
Las verduras congeladas son aliadas ideales en la cocina: prácticas, casi listas para usar y con larga vida útil en el congelador. Pero eso no significa que duren para siempre. Si no actúas a tiempo, muchas terminan en la basura. Para evitarlo, te comparto seis recetas deliciosas y sencillas con las que puedes aprovechar al máximo esas verduras que tienes guardadas. Desde cremas suaves hasta platos principales contundentes: hay opciones para todos los gustos.
1. Crema de guisantes con almendras
Si buscas un primer plato rápido y reconfortante, esta sopa de guisantes es una opción excelente. Combina la suavidad de los guisantes con el toque crujiente de las almendras fileteadas, para lograr una textura rica y agradable.
Ingredientes
- 400 g de guisantes congelados
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de almendras fileteadas tostadas
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 manojo pequeño de perejil fresco
- 100 ml de bebida vegetal (almendras o la que prefieras)
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Preparación
- Pon una olla con agua ligeramente salada y lleva a ebullición. Agrega los guisantes congelados y cocínalos durante unos 10 minutos. Luego escúrrelos bien.
- Mientras tanto, en una sartén con el aceite, rehoga la cebolla picada y el ajo durante unos 5 minutos o hasta que estén transparentes.
- En una batidora, coloca los guisantes, la cebolla, el ajo, una pizca de sal y pimienta. Tritura hasta obtener una crema homogénea.
- Vierte la crema en una cacerola. Calienta a fuego bajo hasta que empiece a hervir suavemente (cuidado de no quemar).
- Presenta la sopa en cuencos: añade un chorrito de bebida vegetal, espolvorea las almendras fileteadas tostadas, algunas hojas de perejil y una pizca de pimentón.
Consejo extra: puedes reservar unas pocas almendras para espolvorear justo antes de servir y que mantengan su crocancia.
2. Samosas de hojaldre con espinacas y queso feta
Esta versión fácil de las clásicas samosas indias utiliza hojaldre y espinacas congeladas para resultar mucho más práctica sin perder sabor.
Ingredientes
- 1 plancha de masa de hojaldre congelada
- 1 bolsa de espinacas congeladas
- 150 g de queso feta
- 100 g de cebolla picada congelada
- 1 huevo
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva virgen
Preparación
- Descongela la masa de hojaldre con tiempo y saca las espinacas y la cebolla del congelador para que se atemperen.
- Hierve las espinacas en agua salada durante 4 minutos, luego escúrrelas bien para eliminar exceso de agua.
- Precalienta el horno a 200 °C.
- En una sartén con un chorrito de aceite, rehoga la cebolla durante 2 o 3 minutos.
- Agrega las espinacas escurridas, sazona con sal y pimienta, y cocina todo junto un par de minutos más para que se mezclen bien los sabores.
- Corta el queso feta en cubitos pequeños e incorpóralo a la mezcla.
- Sobre una superficie ligeramente enharinada, estira un poco la masa de hojaldre y córtala en cuadrados.
- Coloca una porción del relleno en media parte de cada cuadrado y dobla para formar triángulos.
- Sella los bordes presionando con un tenedor como si fueran empanadillas.
- Bate el huevo y pinta las samosas con él. Colócalas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal o una lámina de silicona.
- Hornea a 180 °C hasta que estén doradas y crujientes. Retira con cuidado y sirve calientes.
Estas samosas son perfectas como aperitivo, entrada elegante o bocadillo sabroso. Puedes acompañarlas con una salsa de yogur o de tomate picante.
3. Ensalada templada con judías verdes
Una ensalada tibia que combina texturas y sabores: judías verdes, remolacha, manzana, atún y avellanas, todo aderezado con una vinagreta con mostaza y eneldo.
Ingredientes
- 800 g de judías verdes congeladas
- 150 g de remolacha cocida
- 1 manzana
- 100 g de atún en conserva en aceite
- 50 g de avellanas
- 1 cucharadita de mostaza
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal, pimienta
- Eneldo (fresco o seco)
Preparación
- Llena una olla con agua y sal, lleva a ebullición y añade las judías verdes. Cocina durante unos 12 minutos o hasta que estén tiernas. Luego escluye.
- Pela y corta la manzana en cubos. Desmenuza el atún y pica las avellanas (puedes usar mortero o trituradora eléctrica, pero sin triturarlas demasiado).
- En una ensaladera grande, combina las judías verdes, la manzana, la remolacha troceada, el atún y las avellanas picadas.
- Para preparar la vinagreta, mezcla en un bol la mostaza, vinagre, sal, pimienta y eneldo. Bate mientras integras el aceite poco a poco hasta lograr una salsa cremosa.
- Vierte esta vinagreta sobre la ensalada, mezcla bien y sirve en platos individuales.
Esta ensalada funciona muy bien como plato único ligero o como acompañamiento cremoso y sabroso.
4. Tortilla de espinacas jugosa
Una tortilla sencilla pero con personalidad, gracias al toque de ajo y un poco de leche que le da suavidad. Ideal para cualquier momento del día.
Ingredientes
- 500 g de espinacas congeladas
- 3 huevos
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de leche
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de mantequilla
- Sal
- Hojas de albahaca para decorar
Preparación
- Descongela las espinacas y escúrrelas bien del líquido extra.
- En una fuente apta para microondas, combina el aceite y los ajos picados. Cocina 3 minutos a potencia máxima. Reserva.
- Cocina las espinacas en agua salada durante unos 10 minutos y escúrrelas nuevamente.
- Mezcla las espinacas con los ajos y el aceite ya preparado. Calienta otros 4 minutos en el microondas.
- Bate los huevos con la leche y añade esta mezcla con las espinacas.
- En una sartén caliente, derrite la mantequilla y vierte la mezcla. Cocina con fuego medio para que quede jugosa por dentro.
- Sirve la tortilla templada, decorada con hojas de albahaca fresca.
Con pocos ingredientes y poco esfuerzo obtienes un plato nutritivo, lleno de verdor y sabor.
5. Arroz con pollo y verduras
Una receta clásica adaptada para aprovechar ingredientes congelados: arroz con verduras congeladas y pollo, todo cocido junto para un resultado lleno de sabor.
Ingredientes
- 200 g de arroz de grano redondo
- 1 bolsa de menestra de verduras congelada
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 rama de perejil fresco
- 300 g de pechuga de pollo
- 1 litro de caldo de pollo
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Pela y pica la cebolla y los ajos.
- En una cazuela amplia con aceite, rehoga la cebolla hasta que esté transparente.
- Agrega la menestra de verduras congeladas y cocina hasta que comiencen a descongelarse.
- Añade un chorrito de agua si es necesario, salpimenta y deja que cueza unos minutos para que todo se integre.
- En una sartén aparte, cocina los dados de pollo con un poco de aceite, hasta que estén dorados por fuera.
- Incorpora el arroz a la cazuela con las verduras y remueve para que se mezclen.
- Machaca en un mortero los ajos junto con el perejil fresco para formar un majado aromático.
- Añade este majado a la cazuela con el arroz y las verduras.
- Vierte el caldo caliente poco a poco y cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando. A medida que el líquido se absorba, agrega más caldo.
- Aproximadamente después de 18 minutos, incorpora los trozos de pollo en los últimos 5 minutos de cocción para que no se sequen.
- Una vez que el arroz esté en su punto, retira del fuego y deja reposar unos minutos antes de servir.
Este arroz con pollo y verduras combina lo práctico de los congelados con un resultado reconfortante, perfecto para comidas familiares.
Aprovechar las verduras congeladas con creatividad es una forma inteligente de ahorrar tiempo, reducir el desperdicio y seguir comiendo saludable. Con estas seis recetas —que van desde sopas hasta platos principales— tienes opciones para cada momento del día. Atrévete a experimentar, adaptar ingredientes según lo que tengas a mano y disfrutar de comidas sabrosas y prácticas cada día. ¿Cuál prepararás primero?