10 islas griegas fuera del radar para visitar este año

Grecia es mucho más que Santorini, Mykonos o Atenas. Aunque esos destinos tienen un encanto indudable, si lo que buscas es algo distinto, rincones menos concurridos, naturaleza, autenticidad y tranquilidad, estas islas que te presentamos son opciones ideales. Lugares donde el turismo no ha invadido cada rincón, donde la esencia aún se respira, se disfruta despacio, y se descubre cada día. Si sueñas con un verano diferente, atento a estas 10 islas griegas menos conocidas, pero igual de deslumbrantes.

Estas islas normalmente no tienen vuelos directos muy frecuentes desde fuera de Grecia, así que lo más habitual es volar hasta Atenas. Desde allí, muchos visitantes completan su viaje con ferry o barcos locales. La ventaja es que, aunque haya que combinar transporte, lo que se gana en paisaje, autenticidad y en descanso lo vale. Lo que encontrarás en ellas son hospedajes familiares, tabernas locales, playas tranquilas, senderos auténticos, pueblos donde te cruzas con caras conocidas, y una experiencia más pausada. Ideal para quienes quieren desconectar, explorar caminando, probar la cocina local, y disfrutar del mar sin agobios.

Aquí tienes una selección de islas que combinan belleza natural, encanto auténtico, y poca presencia turística masiva. Cada una con su personalidad, sus bellezas únicas, sus rincones para perderse.

1. Ikaria

Ikaria es una isla del Egeo Norte que llama la atención por su topografía montañosa, sus pueblos esparcidos en la costa y entre colinas, y su combinación de naturaleza salvaje y vida sencilla. Hay playas preciosas, calas escondidas entre acantilados, manantiales termales, senderos que suben y bajan entre montes.

Además, Ikaria tiene ese aliento de vida relajada, pausada, con tiempo para todo: para tomar café, charlas largas, paseos al atardecer y disfrutar de la comida casera. Si buscas alejarte del bullicio, este es tu lugar.

2. Ítaca

Ítaca tiene el plus mítico de la Odisea y el encanto de una isla pequeña, íntima, con playas tranquilas, viñedos modestos, senderos que recorren colinas y costas, vistas al mar, sin prisas. No esperes grandes playas con instalaciones enormes, sino lugares para relajarte, para escuchar el mar, para nadar y quizá bucear. La naturaleza combina con historia y vida sencilla junto al mar.

3. Karpathos

Karpathos es ideal si buscas un equilibrio: playas turquesa, pueblos tradicionales, una gastronomía auténtica, sendas naturales, viento para quienes disfrutan de deportes de mar. Su cultura local aún está muy presente, con festivales, artesanía, retazos de tradiciones propias, vinos, quesos, sabores característicos. Si la idea es ver algo más de lo habitual, Karpathos ofrece variedad: playa, montaña, paisaje panorámico.

4. Astipalea

Astipalea es una de esas islas de forma peculiar (como una mariposa vista desde el aire), con mezcla de campo, montaña y mar. Iglesias blancas, pueblos que suben por las laderas, playas alrededor, rincones para descubrir, calas aisladas. Es ideal si te gusta que haya contrastes en un mismo día — caminar por senderos, descansar en la playa, ver puestas de sol sobre el mar, sin agobio.

5. Citera

Aunque pequeña, Citera (o Kithira) tiene una personalidad fuerte gracias a su mezcla arquitectónica, su interior montañoso, sus acantilados y playas. Pueblo costero, ciudadelas venecianas, influencias variadas, mar, paisaje interior que vale la pena explorar. Perfecta para parejas o familias que quieran combinar relax con exploración ligera.

6. Folegandros

Folegandros es muy fotogénica. Acantilados, arquitectura blanca típica cicládica, playas de arena blanca, calas. Su capital (“Chora”) está encaramada sobre un acantilado con vistas impresionantes. Una isla para pasear por callecitas empedradas, regalarse vistas al mar, disfrutar de la luz, de los cafés con terraza, del silencio al caer la tarde.

7. Lichadonisia

Lichadonisia es diferente: son pequeñas islas deshabitadas muy cerca de la costa de Atenas, un archipiélago de islas o islotes que ofrecen playas paradisíacas, aguas muy limpias, silencio, prácticamente ausencia de construcciones turísticas grandes. Un sitio para escapar del ajetreo, para desconectarte, para estar frente al mar. Ideal si tienes algo de tiempo y ganas de mar puro.

8. Naxos

Naxos es más conocida que muchas de esta lista, pero aún conserva rincones y espacios tranquilos, si eliges horarios menos concurridos, zonas menos céntricas. Tiene historia antigua: monumentos, la puerta de Portara, templos, Ágora; tiene playas doradas, paisajes de montaña, buena comida. En Naxos puedes combinar comodidad con autenticidad, disfrutar de las terrazas, de las ruinas antiguas, de las montañas, de esos cambios de ambiente que hacen un viaje completo.

9. Samotracia

Samotracia es ideal para quien ama la naturaleza en estado puro. Montañas que suben alto, cascadas, piscinas naturales, desfiladeros, senderos para explorar. No es una isla para estar quieto todo el día, es para moverse, para adentrarte, para bañarte en rincones poco concurridos. También tiene historia arqueológica, con restos antiguos, arquitectura tradicional, poblados pequeños, esa mezcla de historia + naturaleza que pocos destinos ofrecen.

10. Anafi

Para cerrar esta lista, Anafi es donde lo salvaje, lo auténtico y lo tranquilo se encuentran. Está al este de Santorini, pero no tiene nada que ver con el turismo intenso. Es pequeña, sencilla, con un solo pueblo principal (Chora), con casas blancas, callejones empedrados, iglesias sobre las colinas, playas doradas, paisajes agrestes, luz fuerte, aguas limpias, silencio. Caminatas, almuerzos simples, puestas de sol serenas. Si buscas algo profundo, algo que se quede contigo, Anafi puede ser esa isla.


En definitiva, este año puede ser el momento ideal para explorar las islas griegas que pocos conocen pero que guardan belleza, autenticidad, naturaleza, calma. Si te animas a salir de lo habitual, todas estas opciones pueden darte un viaje memorable, distinto, que aún no ha sido descubierto por las multitudes.