¿Cómo preparar salmón al horno?

El salmón es uno de los pescados más apreciados en la cocina mundial, tanto por su sabor como por sus propiedades nutricionales. Este alimento se ha convertido en un aliado esencial para mantener una dieta equilibrada y cuidar la salud cardiovascular. Su riqueza en ácidos grasos omega-3 ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, mientras que sus proteínas de alta calidad contribuyen al mantenimiento de la masa muscular. Además, es una fuente natural de vitamina D, fundamental para el cuidado de los huesos y dientes, así como de vitamina B12, selenio y potasio, minerales clave para fortalecer el sistema inmunológico y regular la presión arterial.

Cocinar el salmón al horno es una de las formas más saludables y prácticas de disfrutarlo, ya que este método preserva sus nutrientes y realza su sabor natural. A diferencia de la fritura, el horneado requiere muy poca grasa adicional, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al placer de un buen plato. Además, es un tipo de preparación muy versátil que admite una gran variedad de acompañamientos y condimentos.

¿Cuáles son los beneficios de cocinar salmón al horno?

El horno permite una cocción uniforme que mantiene el interior del pescado jugoso y tierno. Al mismo tiempo, se evita el exceso de aceite y se conservan mejor sus propiedades. La clave está en controlar bien el tiempo y la temperatura: un horneado demasiado largo puede resecar el pescado, mientras que un tiempo breve le permite conservar su textura y sabor natural.

El salmón fresco, a diferencia del ahumado, se puede preparar en diferentes formatos: filetes, lomos, supremas, tacos o incluso el pescado entero. Cada corte se adapta a distintos tipos de recetas, desde las más sencillas hasta las más elaboradas. Este pescado combina a la perfección con sabores cítricos como el limón o la naranja, con matices dulces como la miel o el jarabe de arce, o con toques picantes de jengibre, mostaza o pimienta.

¿Cómo preparar salmón al horno?

Hornear salmón no requiere experiencia culinaria ni una larga lista de ingredientes. En su versión más simple, basta con colocar los lomos en una bandeja, añadir un toque de sal y pimienta, un chorrito de aceite de oliva y unas rodajas de limón. Luego, se lleva al horno precalentado y, en pocos minutos, se obtiene un plato lleno de sabor.

El punto perfecto se alcanza horneando el salmón a 190°C durante unos 10 a 12 minutos. El pescado debe quedar tierno, pero no seco. Si los trozos son más gruesos, se puede extender el tiempo un par de minutos más. Lo ideal es no superar los 15 minutos para conservar la jugosidad.

Si preferís un salmón ligeramente menos cocido, podés retirarlo un poco antes del horno, cubrirlo con papel aluminio y dejarlo reposar unos minutos. El calor residual terminará la cocción sin resecar la carne. El punto justo se nota cuando el salmón cambia de un tono naranja brillante a un rosado pálido y se desmenuza fácilmente con un tenedor.

Ingredientes

  • 4 lomos de salmón fresco (con piel)
  • 2 limones
  • 3 dientes de ajo
  • Perejil fresco picado
  • Hierbas aromáticas (romero, tomillo o eneldo)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Preparación

  1. Precalentá el horno a 180°C para asegurar una cocción uniforme.
  2. Prepará la mezcla de ajo y perejil: pelá los dientes de ajo, trocealos y colocá en un mortero. Añadí el perejil picado y majá bien hasta obtener una pasta aromática.
  3. Incorporá el limón: exprimí uno de los limones y mezclá el jugo con la preparación anterior. Reservá el otro limón cortado en rodajas finas.
  4. Colocá el salmón en una bandeja de horno con papel vegetal. Añadí las rodajas de limón por encima o debajo de los lomos, según prefieras.
  5. Sazoná al gusto: agregá sal, pimienta y pincelá cada trozo con la mezcla de ajo, perejil y limón. Sumá las hierbas aromáticas que más te gusten.
  6. Horneá durante 10 minutos. Si los lomos son gruesos, controlá el punto de cocción y extendé un par de minutos más si es necesario.
  7. Retirá con cuidado y dejá reposar un par de minutos antes de servir.

El resultado será un salmón dorado por fuera, tierno por dentro y con un aroma irresistible a limón y hierbas.

¿Con qué acompañar el salmón?

El salmón combina bien con casi todo, pero los acompañamientos adecuados pueden realzar aún más su sabor. Algunas opciones saludables y sabrosas incluyen:

  • Verduras asadas: calabacín, berenjena, zanahoria o pimientos. Podés aprovechar el horno mientras se cocina el salmón para asarlas en la misma bandeja.
  • Verduras al vapor o salteadas: brócoli, espárragos o judías verdes son guarniciones ligeras y nutritivas.
  • Patatas cocidas o al horno: podés darles un toque especial con romero, ajo y aceite de oliva.
  • Granos integrales: quinoa, arroz integral o couscous son perfectos para absorber el jugo del pescado y completar el plato.
  • Ensaladas frescas: una mezcla de hojas verdes, tomate cherry, aguacate y una vinagreta de limón resulta ideal para un almuerzo liviano.
  • Salsa de yogur con hierbas: mezcla yogur natural, jugo de limón, eneldo y pimienta.
  • Pesto tradicional: con albahaca, piñones, ajo y parmesano.
  • Vinagreta de limón y miel: ligera y aromática, ideal para realzar el sabor del pescado.
  • Salsa tártara: una opción clásica para acompañar pescados al horno.

Cocinar salmón al horno es una de las maneras más sencillas, sanas y deliciosas de disfrutar este pescado. En apenas 20 minutos podés tener un plato nutritivo, elegante y equilibrado, ideal tanto para un almuerzo rápido como para una cena especial. Con unas pocas variaciones en los condimentos o acompañamientos, cada preparación puede ser diferente, pero siempre igual de sabrosa y saludable.