3 recetas tradicionales e irresistibles de Asturias
La cocina asturiana tiene fama de ser abundante, cálida y profundamente casera. Sus recetas, transmitidas de generación en generación, combinan ingredientes sencillos con una cocción lenta y cuidadosa que da como resultado platos reconfortantes y llenos de sabor. Entre los guisos más emblemáticos destacan la fabada, las alubias con almejas y el pote asturiano. Cada uno de ellos tiene su identidad propia, pero comparten un mismo espíritu: el gusto por los sabores hondos, el protagonismo de las legumbres y la importancia de los productos de la tierra. A continuación, te presentamos cómo preparar estas tres recetas clásicas para que puedas disfrutar en casa de un auténtico festín asturiano.
Fabada clásica
La fabada es probablemente el plato más representativo de Asturias. Su combinación de alubias y compango forma un guiso tan contundente como delicioso. Su preparación es sencilla, pero requiere tiempo y atención para que el resultado sea perfecto.
Ingredientes:
• 1/2 kilo de alubias frescas
• 2 chorizos
• 2 morcillas
• Un trozo de lacón
• Un trozo de panceta
• Un trozo de carne (pata de cerdo, oreja, costilla…)
Elaboración:
La preparación comienza la noche anterior, cuando se ponen las alubias a remojo para que se hidraten y ablanden. Este paso es fundamental para lograr una cocción más uniforme. Al día siguiente, se escurren y se colocan en una olla amplia, cubriéndolas con agua limpia hasta que queden totalmente sumergidas.
Se añade el compango, que dará al guiso su sabor característico: los chorizos, las morcillas, el lacón, la panceta y la carne elegida. Con todos los ingredientes ya en la olla, se inicia una cocción lenta a fuego suave. A medida que el agua se calienta, aparecerá una espuma en la superficie; conviene retirarla con una espumadera para que el caldo quede más limpio.
Durante todo el proceso es importante vigilar que el agua no se consuma por completo. En caso de necesitar añadir más, debe hacerse siempre con agua fría para no romper la cocción. Al final, se ajusta la sal y, si se desea intensificar el sabor, puede incorporarse un refrito de ajo y pimentón que se vierte sobre el guiso justo antes de apagar el fuego. Una vez reposada, la fabada tendrá esa textura cremosa y ese aroma profundo que la hacen inconfundible.
Alubias con almejas
Esta receta combina la suavidad de las alubias con el sabor marino de las almejas, creando un plato menos contundente que la fabada pero igualmente sabroso. Es una preparación ideal para quienes quieren disfrutar de un guiso tradicional con un toque más ligero.
Ingredientes:
• 1 kg de alubias frescas o 400 g de alubias secas
• 24 almejas finas
• Perejil
• Tocino
• 1 cebolla grande o 2 pequeñas
• ½ puerro
• Aceite
• Guindilla
• Sal
• 8 ajos
• Pimentón dulce
• Azafrán en polvo
• Vino blanco
Elaboración:
1-Si se emplean alubias secas, también deben ponerse en remojo la noche anterior. En ambos casos, se colocan en una olla con agua y se dejan dar un primer hervor. Al comenzar a cocer, sueltan impurezas que se retiran con una espumadera.
2-Se añade el tocino, una cucharada de pimentón dulce, un chorrito de aceite y la mezcla de cebolla y puerro picados. Mientras las alubias se cocinan a fuego suave, conviene vigilar que no hiervan con demasiada fuerza. Si esto ocurre, se puede cortar la cocción añadiendo un poco de agua fría, lo que las ayudará a cocinarse sin romperse.
3-En paralelo, se prepara un refrito que será clave para el sabor final. Se trituran los dientes de ajo y se fríen en una sartén. Cuando empiezan a dorarse, se agregan las guindillas y un poco de vino blanco, dejando que el alcohol se evapore y la salsa se reduzca ligeramente. Este sofrito se incorpora a la olla para que se mezcle con el caldo.
4-A medida que las alubias se acercan a su punto, se añade sal y se rectifican los condimentos. Luego se incorpora el azafrán, que aportará un color y aroma característicos. Las almejas se añaden en el último momento para evitar que se pasen; se cocinan solo unos minutos, el tiempo suficiente para que se abran y dejen su sabor en el guiso. El resultado es un plato perfumado, equilibrado y con un contraste delicioso entre tierra y mar.
Pote asturiano
El pote es otro clásico indiscutible. Comparte ingredientes con la fabada, pero incluye también verduras —especialmente berza o acelga— que le dan un carácter más rústico y completo. Es un guiso ideal para los días fríos, capaz de reconfortar a cualquiera con su aroma y contundencia.
Ingredientes:
• 500 g de alubias frescas
• 3 morcillas
• 100 g de tocino
• 400 g de lacón
• 500 g de patatas
• 2 manojos de berza o acelga
• 2 dientes de ajo
• Pimentón dulce
• Aceite de oliva virgen
• Sal (al gusto)
Elaboración:
1-Las alubias deben ponerse en remojo la noche anterior, como en los guisos anteriores. Al día siguiente, se colocan en una olla grande junto con el lacón, las morcillas y el tocino. Estos ingredientes irán cediendo su sabor al caldo durante la cocción.
2-La verdura se cuece aparte para evitar que amargue el guiso. Para ello, se pica y se escalda en agua hirviendo unos minutos. Luego se escurre bien y se reserva. Mientras tanto, se pelan y trocean las patatas en dados.
3-Cuando las alubias ya llevan un rato cociendo, se agrega la verdura y se ajusta la sal. El pote debe cocinarse a fuego medio hasta que tanto la berza como las patatas estén tiernas, lo que puede tomar entre una hora y media y dos horas.
4-A mitad de la cocción, se incorporan las patatas para que se integren con el guiso. Poco antes de finalizar, se prepara un sofrito con ajos cortados por la mitad, aceite de oliva y pimentón dulce. Esta mezcla se vierte sobre la olla para darle un aroma más profundo. Tras apagar el fuego, el pote debe reposar al menos una hora para que los sabores se amalgamen.
Con estas tres recetas, la mesa queda lista para disfrutar de lo mejor de Asturias: platos cálidos, hogareños y llenos de tradición.



