Así es como te roban las tarjetas de crédito y debito: “carding”.

En la era digital en la que vivimos, los métodos utilizados por los delincuentes para cometer robos y estafas han evolucionado al ritmo de las nuevas tecnologías. Uno de los métodos más utilizados actualmente es el carding, una práctica que consiste en obtener de manera fraudulenta los datos de tarjetas de crédito y débito de otras personas. Ante esta problemática, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha emitido una advertencia y ha proporcionado recomendaciones para evitar ser víctima de este tipo de delitos.

El carding se basa en la obtención de los números de las tarjetas, incluyendo el código de verificación, que es utilizado para realizar pagos en línea. Los ciberdelincuentes emplean diversas técnicas para obtener estos datos de manera ilegal. Una de ellas es el engaño telefónico, en el que los estafadores llaman a las personas y, mediante técnicas de persuasión, logran que revelen los números de sus tarjetas. Otra técnica común es el phishing en línea, donde los delincuentes envían correos electrónicos falsos solicitando los datos de las tarjetas.

Además, los delincuentes también aprovechan las compras en línea para obtener los datos de las tarjetas. Crean tiendas falsas o envían ofertas fraudulentas a los usuarios, quienes, al ingresar los datos de sus tarjetas para realizar la compra, son víctimas de robo de información y nunca reciben el producto adquirido.

El “shoulder surfing” o espionaje de hombro es otra técnica utilizada por los estafadores. Consiste en observar discretamente el número de la tarjeta cuando una persona va a realizar un pago y memorizar tanto el número como el código de verificación.

Es fundamental tomar precauciones para evitar caer en las redes del carding. El INAI ha proporcionado una serie de recomendaciones las cuales incluyen:

-no perder de vista la tarjeta al realizar pagos físicos.

-verificar que las páginas web de compras en línea sean seguras.

-evitar el uso de redes o computadoras públicas para realizar compras.

-activar las alertas de movimientos en las tarjetas.

-revisar regularmente los estados de cuenta para detectar cualquier actividad sospechosa.

-destruir completamente las tarjetas caducadas.

-desactivar la función NFC en dispositivos móviles cuando no se esté utilizando.

-utilizar tarjetas virtuales ofrecidas por los bancos para pagos en línea.

-utilizar un porta-tarjetas antirrobo para proteger físicamente las tarjetas.

La prevención y la educación son clave para proteger nuestros datos personales y evitar ser víctimas de los ciberdelincuentes. Mantenerse informado y estar atento a cualquier actividad sospechosa en nuestras cuentas bancarias es fundamental para mantener nuestra seguridad financiera.