Así es Long Island, la isla más grande de Nueva York que acoge el Mundial de Vela
Entre el 22 y el 26 de septiembre de 2025, Long Island se convierte en el epicentro de la vela internacional al recibir el Campeonato Mundial de la categoría de Seis Metros. Este evento reúne a 29 equipos procedentes de diferentes rincones del planeta, consolidando a la isla como un referente para los deportes náuticos. La ceremonia de apertura, realizada el fin de semana previo, marcó el inicio de unos días cargados de emoción y competencia en aguas neoyorquinas.
Nueva York es una ciudad ampliamente conocida, pero muchas veces sus visitantes no van más allá de Manhattan. Sin embargo, Long Island, ubicada al este de la ciudad, ofrece una combinación única de playas, pueblos costeros, espacios naturales, lujo y cultura local. Aunque dos de sus distritos más famosos —Brooklyn y Queens— suelen atraer la mayor atención, la isla guarda muchos más secretos que invitan a recorrerla de punta a punta.
Brooklyn, conectado a Manhattan por su icónico puente, ofrece una mezcla de historia y modernidad. Entre sus atractivos están barrios como Williamsburg, con galerías de arte, cafeterías y un ambiente creativo que atrae tanto a locales como a visitantes. En el Brooklyn Museum se exhiben colecciones de gran relevancia, mientras que el Brooklyn Botanic Garden es un oasis verde que sorprende en medio de la ciudad. También se encuentra Prospect Park, diseñado por los mismos paisajistas responsables de Central Park, que combina amplias áreas verdes con senderos y espacios culturales.
Otro rincón imperdible es DUMBO, una zona bajo los arcos del puente de Brooklyn donde antiguos almacenes se transformaron en estudios de diseño, galerías y cafés. Además, cada domingo acoge un popular mercado que refleja la vida cultural del distrito. Y para quienes buscan diversión familiar, Coney Island es la opción perfecta: un parque de atracciones junto al mar que combina tradición y entretenimiento.
Al este se encuentra Queens, considerado el distrito más multicultural de Nueva York. Aquí conviven más de 180 nacionalidades, lo que se refleja en la gran diversidad de restaurantes y propuestas gastronómicas. Es posible probar platos que van desde arepas hasta dumplings, pasando por opciones árabes, griegas, indias y coreanas. Queens también es sede de grandes eventos deportivos, como el Abierto de Tenis de Estados Unidos, y cuenta con museos de gran importancia como el MoMA PS1, dedicado al arte contemporáneo.
Oyster Bay
El Campeonato Mundial de Vela se celebra en Oyster Bay, una localidad de fuerte tradición marinera cuyo nombre proviene de la abundancia de ostras en la zona. Además de restaurantes especializados en mariscos, aquí se encuentra uno de los clubes náuticos más antiguos del país, cuya ubicación frente a la bahía lo convierte en un espacio ideal para acoger competiciones de prestigio internacional.
Oyster Bay también invita a descubrir parte de la historia del país en Sagamore Hill, antigua residencia del presidente Theodore Roosevelt. Convertida en museo, la casa conserva muebles, objetos y documentos que permiten conocer de cerca la vida de una de las figuras más influyentes de Estados Unidos.
Fire Island National Seashore
Uno de los tesoros naturales de Long Island es Fire Island National Seashore, un área protegida en la costa sur que destaca por sus 40 kilómetros de playas, dunas y marismas. Esta estrecha barrera costera, a la que solo se accede en ferry, no permite automóviles, lo que la convierte en un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad. El faro de 51 metros, ubicado en uno de sus extremos, regala vistas panorámicas que hacen que la visita valga la pena.
Los Hamptons
Avanzando hacia el este, los Hamptons representan la cara más sofisticada de Long Island. Conocida por sus mansiones frente al mar y la presencia de celebridades, esta zona combina exclusividad con una oferta variada de actividades. Desde surf y golf hasta polo o yoga, los Hamptons atraen a quienes buscan tanto deporte como descanso.
Más allá del lujo, también sorprenden sus paisajes naturales, viñedos y atardeceres inolvidables. Localidades como Southampton, East Hampton y Bridgehampton conservan un aire clásico, con casas históricas y calles que mantienen el encanto de épocas pasadas.
Jones Beach State Park
Uno de los destinos favoritos de los neoyorquinos durante el verano es Jones Beach State Park. Este parque ofrece más de 10 kilómetros de playas de arena blanca bañadas por el Atlántico, además de múltiples zonas de recreación. Es un lugar ideal para quienes buscan un día de playa cerca de la ciudad, con instalaciones pensadas para familias y actividades al aire libre.
Greenport
En contraste con el lujo de los Hamptons, Greenport es un pequeño pueblo pesquero que conserva un ambiente relajado y auténtico. Sus calles están llenas de boutiques y restaurantes donde el marisco fresco es el protagonista, especialmente ostras y almejas. Desde su puerto parten ferris hacia Shelter Island, otra joya natural perfecta para escapadas rápidas.
Bodegas del North Fork
Long Island no solo es playa y mar, también es tierra de vinos. En la región de North Fork se concentran más de 60 bodegas que ofrecen catas, recorridos y experiencias enológicas. Este destino se ha consolidado como una de las principales regiones vitivinícolas de la costa este, con bodegas reconocidas por la calidad de sus vinos y el atractivo de sus paisajes.
Montauk Point
En el extremo más oriental de la isla se encuentra Montauk Point State Park, famoso por su faro de 1796, el más antiguo del estado. Con 152 metros de altura, este histórico edificio alberga un museo que repasa la tradición marítima de la región. Además, el parque cuenta con senderos que recorren la costa, ofreciendo vistas espectaculares y la posibilidad de conectar con la naturaleza en un entorno privilegiado.
De punta a punta, Long Island se extiende a lo largo de unos 190 kilómetros que concentran historia, cultura, lujo, naturaleza y deporte. Desde la vibrante vida urbana de Brooklyn y Queens hasta los paisajes tranquilos de Fire Island, pasando por el lujo de los Hamptons y el encanto marinero de Greenport, la isla es un mosaico diverso que sorprende a cada paso.
El Mundial de Vela es solo una de las múltiples razones para descubrirla. Quienes viajan hasta aquí encuentran mucho más que un evento deportivo: encuentran un destino completo, capaz de combinar playas de ensueño, pueblos pintorescos, cultura vibrante y experiencias únicas.