¿Cómo hacer las galletas de jengibre más saludables para Navidad?

Especialmente populares en Estados Unidos y en la Europa Central, las galletas de jengibre tienen una historia larga y muy ligada a las celebraciones invernales. Sus orígenes se remontan a la Edad Media, cuando se elaboraban panes dulces especiados con miel, jengibre y otras especias aromáticas que se vendían en mercados y ferias. Aquellas preparaciones, más densas y menos crujientes, sentaron las bases de lo que hoy conocemos como galletas de jengibre.

Con el paso del tiempo, la receta fue evolucionando hasta adoptar una textura más fina y crocante. Países como Alemania y el Reino Unido desarrollaron una fuerte tradición en torno a estas galletas, integrándolas a rituales navideños y decorativos. En Inglaterra, por ejemplo, se popularizaron las figuras de jengibre, entre ellas el célebre gingerbread man, que ganó notoriedad durante el reinado de Isabel I, cuando se ofrecían figuras con forma humana en eventos y recepciones.

En su versión clásica, las galletas de jengibre suelen incluir mantequilla, huevos, miel y harina de trigo. Sin embargo, es posible adaptarlas para lograr una alternativa más saludable, apta para personas que siguen una alimentación vegana y sin gluten, sin resignar sabor ni textura. Esta propuesta combina ingredientes de origen vegetal y harinas alternativas que permiten disfrutar de un clásico navideño de manera más consciente.

¿Cómo hacemos que estas galletas sean veganas y sin gluten?

Sin huevos:
Las recetas tradicionales utilizan huevo para aportar estructura y cohesión a la masa. En esta versión, no se emplean huevos, ya que la melaza, la margarina vegana y la harina de almendra aportan la humedad y la consistencia necesarias para que la masa se mantenga unida y sea fácil de trabajar.

Sin lácteos:
En lugar de mantequilla se utiliza margarina vegana o aceite de coco sólido, ambos de origen vegetal. Para el glaseado, se reemplaza la leche convencional por bebidas vegetales, como las de almendra, soja o avena certificada sin gluten.

Sin miel:
La miel es un ingrediente habitual en las recetas de pan de jengibre, pero aquí se sustituye por melaza. Este endulzante vegetal no solo cumple la función de aportar dulzor, sino que también intensifica el sabor especiado y proporciona el color oscuro característico de las galletas de jengibre.

Harinas sustitutivas:
Todas las harinas utilizadas en esta receta son naturalmente libres de gluten y aportan distintas cualidades a la masa. La harina de avena sin gluten ofrece suavidad, la de trigo sarraceno brinda estructura y un sabor ligeramente tostado, y la harina de almendra añade grasa natural y ayuda a la cohesión sin necesidad de gluten. Es importante verificar que la avena esté certificada sin gluten para evitar contaminaciones cruzadas.

Gingerbread cookies veganas y sin gluten

Ingredientes:

• Mezcla de harinas: 120 g de harina de avena sin gluten, 130 g de harina de trigo sarraceno y 50 g de harina de almendra.
• 1 cucharadita de bicarbonato.
• 1 cucharada de jengibre molido.
• 1 cucharadita de canela.
• ¼ cucharadita de nuez moscada.
• ¼ cucharadita de clavo molido (opcional).
• ½ cucharadita de sal.
• 120 g de margarina vegana o aceite de coco sólido.
• 100 g de azúcar moreno oscuro.
• 120 ml de melaza.
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla.

Glaseado:

• 120 g de azúcar glas.
• 1 a 2 cucharadas de leche vegetal.
• ½ cucharadita de jugo de limón.

Tip: para un glaseado más firme, se puede sustituir la leche vegetal por una o dos cucharadas de aquafaba, aunque no es imprescindible.

Preparación:

  • En un bol amplio, mezcla la harina de avena, la harina de trigo sarraceno y la harina de almendra junto con el bicarbonato, la sal y todas las especias. Remueve bien para que los ingredientes secos queden perfectamente integrados.
  • En otro recipiente, bate la margarina vegana con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla cremosa. Añade la melaza y el extracto de vainilla, y mezcla nuevamente hasta que todo quede bien incorporado.
  • Incorpora poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda. Trabaja la masa hasta obtener una textura homogénea, firme y ligeramente pegajosa. Si la masa queda demasiado blanda, agrega una cucharada extra de harina de trigo sarraceno. Si, por el contrario, está muy seca, añade una cucharadita de leche vegetal.
  • Forma un disco con la masa, envuélvelo en film y refrigéralo durante al menos una hora. Este reposo es fundamental para que la masa tome firmeza y permita cortar las formas con precisión.
  • Una vez fría, estira la masa entre dos hojas de papel vegetal hasta lograr un grosor de 4 a 5 milímetros. Utiliza cortadores con motivos navideños, como estrellas, copos de nieve, abetos o figuras de jengibre, y retira el excedente de masa.
  • Con ayuda de una espátula, coloca las galletas sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, procurando que no se deformen. Los recortes se pueden volver a unir, estirar y cortar para aprovechar toda la masa.
  • Hornea a 180 °C durante 8 a 10 minutos. Las galletas más grandes pueden necesitar hasta 11 minutos, mientras que las más pequeñas estarán listas en unos 7 u 8 minutos. Retira del horno y deja enfriar completamente antes de decorar.

Decorar las galletas:

  • Mezcla el azúcar glas con una cucharada de leche vegetal y el jugo de limón hasta obtener un glaseado espeso y liso. Si deseas dos consistencias distintas, separa una parte y añade un poco más de líquido para lograr un glaseado más fluido.
  • Coloca los glaseados en mangas con boquillas finas o en bolsas limpias con la punta cortada. Decora las galletas al gusto y, si lo deseas, añade perlitas de azúcar certificadas veganas y sin gluten. Deja secar el glaseado antes de manipularlas.

De esta manera, es posible disfrutar de unas galletas de jengibre más saludables, inclusivas y llenas de sabor, ideales para compartir en Navidad sin renunciar a la tradición.