Cómo preparar un delicioso té helado de forma sencilla y rápida.

El es una bebida milenaria que, aunque no es originaria de muchos países donde hoy se consume con regularidad, ha sido adoptada con tanto entusiasmo que parece formar parte de la cultura local. Según una antigua leyenda china, el té fue descubierto cuando el emperador Shen Nong estaba hirviendo agua bajo un árbol silvestre y algunas hojas cayeron accidentalmente en la olla, dando lugar a la primera infusión de té. Desde China, la tradición del té se extendió por todo Asia, llegando a países como Japón, India, Sri Lanka y Taiwán, y más tarde se convirtió en una de las bebidas más icónicas de Inglaterra, así como de otros países como Marruecos, Turquía, Irlanda, Rusia y Chile.

Aunque el té es comúnmente disfrutado caliente, en su versión fría también ha ganado popularidad en diferentes partes del mundo, especialmente en el sur de los Estados Unidos. Fue allí, en el siglo XIX, durante la Exposición Universal de St. Louis en 1904, donde un comerciante llamado Richard Blencynden, ante la falta de ventas debido al calor extremo, decidió añadir hielo a su té caliente, creando así el primer té helado, conocido como “iced tea“, que resultó ser un éxito rotundo.

El té helado, además de ser refrescante, es una bebida que ofrece numerosos beneficios para la salud. Es rico en antioxidantes, vitaminas y minerales, que protegen y reparan las células del cuerpo. Se puede preparar con diferentes tipos de té, como el negro, verde, rojo o blanco, y personalizar con una amplia variedad de sabores, ya sean cítricos, frutales, o incluso con un toque de especias. Es versátil y se puede adaptar a diferentes gustos, con o sin azúcar, con hierbas o especias, y se puede acompañar con frutas frescas o incluso con una pizca de alcohol o jugo de frutas.

Existe una variante de té dulce aromatizado e inventado en Taiwán, que además de té de distintos tipos, lleva bolitas de tapioca o de gelatina y algún jumo de frutas, leche o bebida vegetal. Este recibe el nombre de bubble o boba tea y también hay alternativas con helado, para obtener resultados bien fríos, tanto caseras como ya hechas para comprar.

Pasos para preparar el mejor té helado

Para preparar un té helado de calidad, es importante comenzar con una buena infusión caliente. Aunque se trate de una bebida fría, el proceso comienza con la preparación de un té caliente, que luego se enfría y se sirve con hielo. Aquí te comparto una guía detallada para que puedas preparar el té helado de manera fácil y rápida:

Ingredientes básicos para un té helado clásico

  • 4 bolsitas de té (negro, verde, blanco o rojo)
  • 1 litro de agua
  • Azúcar o cualquier otro endulzante, según tu preferencia
  • Cubitos de hielo
  • Limón o lima en rodajas
  • Menta o hierbabuena frescas para decorar

Instrucciones paso a paso para preparar té helado

-Hervir el agua: Comienza por hervir un litro de agua en una olla o tetera.

-Añadir el té y el endulzante: Cuando el agua esté hirviendo, añade las bolsitas de té y el endulzante que hayas elegido. Deja que el té se infusione durante unos minutos, dependiendo de la variedad de té que estés utilizando.

-Enfriar la infusión: Retira las bolsitas de té y deja que la infusión se enfríe a temperatura ambiente. Luego, transfiere el té a una jarra y refrigéralo hasta que esté bien frío.

-Servir: Cuando el té esté listo, llena un vaso con cubitos de hielo y vierte el té frío sobre ellos. Añade una rodaja de limón o lima y unas hojas de menta o hierbabuena para decorar.

Consejos para un té helado perfecto

  • Evita que se diluya: Si prefieres un té helado fuerte y concentrado, es recomendable preparar la infusión más concentrada, utilizando el doble de hojas de té, y luego añadir el hielo. Esto evitará que el té se diluya demasiado cuando los cubitos de hielo se derritan.
  • Experimenta con diferentes combinaciones: No dudes en experimentar con diferentes tipos de té y combinaciones de frutas y hierbas. Cada variedad de té ofrece un perfil de sabor diferente que puede complementarse con distintos ingredientes.
  • Sin azúcar adicional: Si decides añadir jugos de frutas a tu té helado, considera no añadir azúcar adicional, ya que el jugo aportará suficiente dulzura por sí mismo.
  • Bebidas vegetales: Para una opción más cremosa, prueba a añadir una bebida vegetal como leche de almendras, avena o coco. Esto le dará al té helado una textura más rica y suave.

El té helado es una bebida versátil, refrescante y saludable que se puede adaptar a cualquier gusto. Con unos pocos ingredientes simples y un poco de creatividad, puedes preparar un té helado que sea perfecto para cualquier ocasión, ya sea para disfrutarlo solo en un día caluroso o para compartirlo con amigos en una reunión. ¡Anímate a experimentar con diferentes sabores y encuentra tu combinación perfecta!