¿Cuál es la diferencia entre retinol y retinoides?

El mundo del cuidado de la piel está lleno de ingredientes que prometen milagros, pero pocos han demostrado ser tan efectivos como el retinol y los retinoides. Estos derivados de la vitamina A son aclamados por sus propiedades para reducir los signos de envejecimiento, mejorar la textura de la piel y combatir el acné. Sin embargo, su similitud en nombres genera confusión entre quienes buscan incorporarlos en su rutina de cuidado facial. ¿Qué los diferencia? ¿Cuál es el adecuado para ti? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber.

Retinol vs. Retinoides: ¿son lo mismo?

Aunque comparten la misma base, el retinol y los retinoides tienen diferencias fundamentales. Ambos son derivados de la vitamina A que, al aplicarse sobre la piel, se convierten en ácido retinoico, el compuesto activo responsable de sus beneficios. Sin embargo, se distinguen en términos de concentración, potencia y velocidad de acción.

  • Retinoides: Este término abarca todos los derivados de la vitamina A, incluyendo opciones de alta potencia como la tretinoína, isotretinoína y adapaleno. Los retinoides suelen estar disponibles solo con prescripción médica, ya que su concentración y acción directa los hacen más efectivos, pero también más propensos a causar irritación. Son ideales para tratar problemas severos de la piel, como acné profundo, manchas persistentes o arrugas marcadas.
  • Retinol: Es una forma más suave y de venta libre. Antes de convertirse en ácido retinoico, el retinol debe pasar por varios procesos enzimáticos en la piel, lo que lo hace menos agresivo. Por su perfil más tolerable, el retinol es común en productos cosméticos destinados a mejorar la textura de la piel, igualar el tono y prevenir los primeros signos de envejecimiento.

¿Cuándo debemos de usar cada uno?

La elección entre retinol y retinoides depende de tus necesidades específicas de cuidado de la piel, así como de tu experiencia previa con estos activos.

  • Retinol: Es perfecto para principiantes o personas con piel sensible. Si estás buscando mejorar la luminosidad, reducir líneas finas o tratar manchas leves, el retinol es una excelente opción. También es ideal para quienes desean prevenir el envejecimiento antes de que los signos sean visibles.
  • Retinoides: Son más adecuados para quienes enfrentan problemas más pronunciados, como arrugas profundas, acné severo o hiperpigmentación persistente. Debido a su potencia, requieren supervisión médica para garantizar un uso seguro y efectivo.

Beneficios de los retinoides y el retinol

Ambos ingredientes ofrecen una variedad de beneficios, aunque en diferentes grados y tiempos de respuesta:

  1. Estimulan la renovación celular: Al acelerar el proceso de regeneración de las células de la piel, ayudan a desvanecer manchas, cicatrices y textura irregular.
  2. Aumentan la producción de colágeno: Esto reduce la apariencia de líneas finas y arrugas, logrando una piel más firme y elástica.
  3. Controlan el acné: Los retinoides, en particular, son eficaces para prevenir la formación de granos al destapar poros y reducir la inflamación.
  4. Mejoran el tono de la piel: Ayudan a igualar el tono, minimizando la apariencia de manchas oscuras y rojeces.

¿Cómo incorporar estos activos en tu rutina?

La clave para obtener los máximos beneficios del retinol y los retinoides es introducirlos de manera gradual y seguir una rutina adecuada:

  1. Introduce el producto lentamente: Si es la primera vez que usas retinol, aplícalo dos veces por semana durante las primeras semanas y aumenta la frecuencia gradualmente. Con los retinoides, sigue siempre las indicaciones de tu dermatólogo.
  2. Aplica solo por la noche: Ambos son fotosensibles, lo que significa que pueden descomponerse con la luz solar y hacer que tu piel sea más vulnerable al daño solar.
  3. Hidrata y protege tu piel: Usa una crema hidratante después de aplicar el producto para reducir posibles efectos secundarios, como sequedad o irritación. Durante el día, aplica protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30.
  4. Menos es más: Una pequeña cantidad, aproximadamente del tamaño de un guisante, es suficiente para cubrir todo el rostro.

¿Qué productos no se pueden combinar con el retinol o retinoides?

Al usar retinol o retinoides, es importante ser consciente de los ingredientes que pueden combinarse o no con ellos:

Evita combinarlos con:

  • Ácidos exfoliantes: Como el glicólico o salicílico, ya que pueden aumentar la irritación.
  • Vitamina C: Úsala en la mañana y el retinol en la noche, ya que su combinación directa puede neutralizar sus efectos.
  • Peróxido de benzoilo: Este ingrediente para el acné puede contrarrestar los efectos de los retinoides.
  • Aceites esenciales: Pueden irritar una piel ya sensibilizada.

Combínalos con:

  • Ácido hialurónico: Ideal para mantener la hidratación y minimizar la sequedad.
  • Niacinamida: Ayuda a calmar la piel y fortalece la barrera cutánea.
  • Bakuchiol: Este ingrediente natural puede aumentar la tolerancia de la piel al retinol.

¿Quiénes no deberían usarlos?

Aunque son muy efectivos, no son aptos para todos:

  • Mujeres embarazadas o lactantes.
  • Personas con piel extremadamente sensible, eczema o rosácea activa.
  • Aquellos bajo tratamientos dermatológicos con exfoliantes químicos fuertes.

Los resultados con el retinol y los retinoides no son inmediatos. Es normal que la piel experimente una fase de adaptación durante las primeras semanas, con posibles enrojecimientos o descamación leve. Los efectos visibles, como una piel más suave y uniforme, pueden tardar de 4 a 12 semanas en aparecer, dependiendo de la fórmula y la frecuencia de uso. La constancia es esencial para obtener resultados óptimos.

Entender la diferencia entre el retinol y los retinoides es fundamental para elegir el adecuado según tus necesidades. Mientras que el retinol es una excelente puerta de entrada al mundo de la vitamina A, los retinoides son ideales para quienes buscan un tratamiento más intensivo. Ambos pueden transformar la piel cuando se usan correctamente, pero requieren paciencia, constancia y un enfoque cuidadoso para proteger y mantener la salud cutánea. ¡Atrévete a integrarlos en tu rutina y disfruta de una piel más radiante y saludable!