El “Muro del BOPE”: la táctica de la policía de Río de Janeiro para acorralar al Comando Vermelho

La ciudad de Río de Janeiro volvió a ser escenario de un megaoperativo policial de gran magnitud que dejó más de un centenar de muertos y numerosos detenidos en las favelas de Penha y Alemão, al norte de la ciudad. En el centro de la acción estuvo una maniobra denominada “Muro del BOPE”, una estrategia militar diseñada por el Batallón de Operaciones Policiales Especiales —conocido por sus siglas BOPE— para acordonar y arrinconar a los miembros del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.

De acuerdo con las autoridades locales, la operación tenía como objetivo debilitar las estructuras del grupo narco y evitar que los enfrentamientos se extendieran hacia las zonas residenciales. La táctica, inspirada en procedimientos de contención militar, permitió a las fuerzas de seguridad encerrar a los delincuentes dentro de un perímetro controlado y empujarlos hacia la zona boscosa que rodea las favelas, conocida como la Serra da Misericórdia.

El secretario de la Policía Militar, Marcelo de Menezes, explicó en conferencia de prensa que el despliegue fue cuidadosamente planificado. “Desplegamos las tropas por todo el terreno. La diferencia, en comparación con imágenes anteriores que mostraban a delincuentes armados buscando refugio, fue la incursión del BOPE en las partes más altas de la montaña, lo que permitió crear una línea de contención. A eso lo llamamos el ‘Muro del BOPE’”, señaló.

Según el funcionario, esta estrategia consistió en formar una barrera humana de oficiales armados en las zonas elevadas, impidiendo la fuga de los sospechosos y obligándolos a retroceder hacia la cima del cerro. De esa manera, las fuerzas especiales lograron aislar a los integrantes del Comando Vermelho y reducir su capacidad de respuesta.

El operativo, que involucró a centenares de efectivos, incluyó la participación de helicópteros, vehículos blindados y drones de vigilancia. La coordinación entre las distintas unidades permitió cubrir amplios sectores del terreno y responder rápidamente ante cualquier intento de escape.

De Menezes subrayó que el propósito principal fue “proteger a la población civil” de las favelas afectadas. “El objetivo era garantizar la seguridad de los vecinos de Alemão y Penha, evitando que los enfrentamientos se produjeran cerca de las viviendas. La mayoría de los incidentes ocurrieron en el bosque, lejos de las zonas residenciales”, destacó.

Por su parte, el secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, informó que en el área boscosa fueron hallados 63 cuerpos, producto de los intensos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los miembros del grupo criminal. En total, las cifras oficiales indican más de 120 fallecidos y un centenar de detenidos, además de cuatro policías que perdieron la vida durante la operación.

El secretario de Seguridad Pública, Víctor Santos, indicó que este despliegue fue el resultado de una investigación de aproximadamente un año, en la que participaron distintas fuerzas policiales de Río y otros estados, especialmente Pará, en el noreste del país. “Fue una investigación extensa y coordinada que buscaba desmantelar una red de narcotráfico con ramificaciones interestatales”, explicó.

Santos también reconoció que, lamentablemente, cuatro personas ajenas al conflicto perdieron la vida durante los operativos. “Las víctimas son las cuatro personas inocentes que recibieron disparos y los cuatro policías que fallecieron”, aseguró.

El llamado “Muro del BOPE” se ha convertido en un símbolo del nuevo enfoque táctico de las autoridades brasileñas para hacer frente al crimen organizado. Sin embargo, la magnitud de las consecuencias humanas ha generado debate y controversia sobre los límites del uso de la fuerza y la necesidad de proteger los derechos de la población civil en zonas dominadas por el narcotráfico.

Mientras la investigación continúa y se evalúan los resultados del operativo, el caso vuelve a poner a Río de Janeiro bajo la lupa internacional, evidenciando los desafíos que enfrenta una ciudad donde la lucha entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales sigue siendo una batalla constante entre la ley, el poder y la supervivencia.