¡Escándalo inesperado a diez años de la muerte de Chespirito!
A diez años de la partida de Roberto Gómez Bolaños, figura emblemática de la comedia latina, resurgen acusaciones que sacuden su legado. El periodista Javier Ceriani, en su canal de YouTube, ha afirmado que Florinda Meza, compañera y esposa del actor durante sus últimos años, habría infligido maltrato físico contra el creador de El Chavo del 8. El señalamiento ha vuelto a poner en el ojo público la última etapa de la vida de Chespirito.
Ceriani sostiene que, cuando las condiciones de salud de Bolaños eran ya muy delicadas —con problemas respiratorios y cardíacos—, él continuaba fumando a escondidas. Según el comunicador, al descubrirlo, Medía reaccionaba duramente, incluso apagándole los cigarrillos sobre su piel. Narra que esos gestos resultaron en quemaduras en zonas íntimas, encubiertas para evitar que sus hijos lo notaran. “Fueron en las axilas y la ingle, donde podían verse ampollas, irritaciones… marcas que trataban de ocultarse”, relató Ceriani, quien dice contar su información de una fuente cercana a la familia.
A ello se suman descripciones aún más perturbadoras: asegura que Meza también habría utilizado objetos para golpear suavemente a Bolaños, con lo que él denominó “apresuritos”, provocados con una “manita de rascador”. “Esto no se daba en el set ni en público, sino dentro de la mansión donde vivían”, afirmó. Ceriani ha exigido una explicación pública por estos hechos, aunque reconoce que no cuenta con evidencias físicas como fotos o documentos.
Roberto Gómez Bolaños falleció el 28 de noviembre de 2014 en Cancún, a los 85 años, debido a complicaciones respiratorias. Su última década de vida fue objeto de especulación: se le consideraba una persona cariñosa pero ya muy delicada, con Meza como figura central de su cuidado y —según algunos—, también de su control familiar. Tras su deceso, la investigación de Ceriani reaviva la discusión sobre hasta qué punto estaba presente el bienestar del actor en ese entorno.
Hasta ahora, ni Florinda Meza ni sus representantes han desacreditado las acusaciones. En reiteradas ocasiones anteriores, sin embargo, Meza ha defendido su historia con Bolaños, afirmando haber sido una esposa devota, brindándole cariño y compañía hasta el final de su vida. A pesar de ello, las recientes declaraciones mantienen el tema en la agenda.
Es importante señalar que estas acusaciones aún no se han verificado mediante pruebas contundentes. Tal como admitió el propio Ceriani, por ahora son testimonios no corroborados. Y esto sitúa su contenido en una posición de rumor hasta que se presenten elementos adicionales. No obstante, la mención de quemaduras corporales y agresiones domésticas genera una fuerte reacción en la opinión pública y plantea interrogantes sobre la dinámica real detrás de esa relación.
El caso genera profundas implicaciones éticas: afecta la memoria de un ícono de la comedia hispana, levanta dudas sobre las acciones de Meza en los últimos años de su vida, y refleja cómo la lucha por el control del legado cultural influye en los testimonios públicos. Independientemente de la veracidad de estas afirmaciones, el debate refuerza la necesidad de transparencia en asuntos que involucran la intimidad de figuras públicas.
La historia de Bolaños y Meza, llena de momentos conmovedores y ciertos matices controvertidos, se complica aún más con esta nueva versión de los hechos. Mientras la audiencia espera una respuesta oficial o pruebas concretas que confirmen o descarten lo expuesto por Ceriani, la figura de Chespirito vuelve a enfrentarse al retrato de una vida que puede haber sido más compleja de lo que se ha contado.
Por lo tanto, mientras el periodista insiste que recibió su información de una fuente ligada a la familia, la controversia permanece en una zona gris entre la sospecha y la confirmación. Solo con la aparición de evidencias verificables —fotos, registros médicos o testimonios presenciales— se podrá determinar si Florinda Meza debe rendir cuentas por lo que se ha descrito como un trato cruel hacia quien fue su compañero de vida y un ícono de la comedia mexicana. Hasta entonces, la polémica seguirá viva y la figura de Chespirito, envuelta en nuevos interrogantes.