La ensalada templada que llenará de color tu mesa navideña.
En Navidad solemos pensar en platos contundentes, carnes al horno y guarniciones clásicas, pero cada vez más mesas apuestan por opciones frescas, vistosas y llenas de sabor. Esta ensalada navideña cumple con todo eso y mucho más. Es colorida, intensa, equilibrada y tiene ese punto especial que la convierte en un plato protagonista, no en un simple acompañamiento. La combinación de kale, boniato asado, granada, queso feta y una mayonesa de sésamo negro logra un contraste perfecto entre dulce, salado, ácido y tostado.
Lo mejor de esta ensalada es que, además de ser visualmente impactante, se puede preparar por partes y montar a último momento. Eso la convierte en una opción ideal para celebraciones, donde el tiempo y la organización son clave. Cada ingrediente cumple una función específica y aporta textura, sabor y personalidad al conjunto.
Ensalada templada de boniato, kale, queso feta y granada
-Kale
El kale es la base verde de esta ensalada y una de las verduras más completas que existen. Su sabor ligeramente amargo y su textura firme lo hacen ideal para preparaciones que necesitan aguantar aliños sin marchitarse rápidamente. A diferencia de otras hojas, el kale mejora cuando se trabaja un poco antes de usarlo.
Antes de incorporarlo a la ensalada, es fundamental retirar el nervio central de cada hoja, ya que resulta duro y poco agradable al masticar. Una vez limpias, las hojas se trocean con las manos para evitar cortes bruscos que alteren su textura.
Truco clave: masajea el kale durante unos minutos con un chorrito de aceite de oliva y unas gotas de limón. Este paso suaviza las fibras, reduce el amargor y transforma por completo su textura, haciéndola mucho más agradable.
Tip adicional: para un montaje más limpio y atractivo, coloca el aliño en la base del plato y luego añade el kale encima. De este modo, las hojas se impregnan del sabor sin perder su color intenso.
-Aliño
El aliño es uno de los grandes protagonistas de esta ensalada. Tiene un perfil cítrico, aromático y ligeramente dulce que equilibra el conjunto y conecta todos los ingredientes.
Todo se prepara directamente en un frasco con tapa, lo que facilita el proceso y asegura una emulsión perfecta. Solo necesitas añadir:
• 1 yema de huevo
• Un chorro generoso de aceite
• Sal y pimienta a gusto
• Un toque de miel
• Eneldo seco o fresco
• Un chorrito de vermú
• Zumo de una naranja
• Zumo de medio limón
Cierra el frasco y agita con energía hasta que el aliño quede homogéneo, cremoso y bien integrado. El resultado es una salsa suave, con notas cítricas y herbales, ideal para contrastar con el dulzor del boniato y la salinidad del feta.
-Boniato templado con miel y especias
El boniato aporta cuerpo, dulzor natural y una textura suave que equilibra la firmeza del kale. Prepararlo en dos etapas permite conseguir un resultado perfecto: tierno por dentro y ligeramente caramelizado por fuera.
Proceso paso a paso:
- Pela el boniato y córtalo en dados medianos.
- Hiérvelo en agua con sal hasta que esté tierno pero firme.
- Escúrrelo bien y colócalo en una bandeja de horno.
- Añade un chorrito de aceite, miel y especias al gusto, como pimentón, comino o canela.
- Hornéalo hasta que se dore ligeramente y adquiera un tono caramelizado.
El boniato debe servirse templado para que contraste con el resto de los ingredientes y realce los sabores.
-Granada
La granada es la joya roja de esta ensalada. Aporta frescura, acidez y un toque crujiente que despierta cada bocado. Además, su color intenso convierte al plato en un verdadero centro de mesa.
Para desgranarla fácilmente, corta la fruta por la mitad y colócala boca abajo sobre un bol. Golpea la cáscara con una cuchara de madera hasta que los granos caigan solos. Este método es rápido, limpio y evita manchas innecesarias.
-Queso feta
El queso feta aporta el contrapunto salado ideal. Su textura quebradiza y su sabor intenso equilibran el dulzor del boniato y la acidez del aliño. Lo mejor es desmigarlo con las manos justo antes de servir para mantener su frescura y evitar que se reseque.
-Mayonesa de sésamo negro
Este es el toque final que lleva la ensalada a otro nivel. La mayonesa de sésamo negro no solo suma sabor tostado y profundidad, sino también un contraste visual elegante y sofisticado.
Para prepararla:
• Añade semillas de sésamo negro al aceite y deja que se infusionen.
• Utiliza ese aceite para preparar una mayonesa clásica.
• Incorpora un chorrito de limón para equilibrar.
El resultado es una salsa cremosa, de color oscuro y sabor intenso, ideal para servir en pequeñas cantidades.
-Montaje final
El montaje es clave para que la ensalada luzca tan bien como sabe. Sigue este orden para un resultado perfecto:
- Coloca una base de aliño en el fondo del plato.
- Añade el kale masajeado.
- Distribuye el boniato templado.
- Reparte los granos de granada.
- Añade el queso feta desmigado.
- Termina con pequeñas cucharadas de mayonesa de sésamo negro.
Reserva un cuenco extra de mayonesa para el centro de la mesa, porque seguro alguien pedirá repetir. Esta ensalada navideña no solo llena de color tu mesa, sino que se convierte en uno de esos platos que todos recuerdan y piden volver a preparar.




