Los quesos españoles que todo ‘foodie’ debería probar
España es uno de los países con mayor tradición quesera de Europa. La diversidad geográfica, climática y ganadera ha dado lugar a una enorme variedad de quesos, con estilos, sabores y texturas muy diferentes. Los hay elaborados con leche de vaca, oveja, cabra o mezclas de varias especies; más frescos o intensamente curados; suaves, cremosos, firmes o rotundos en boca. Esta riqueza convierte al queso en una de las joyas indiscutidas de la gastronomía española y en una experiencia imprescindible para cualquier amante de la buena mesa.
¿Cuántos tipos de queso hay en España?
Dentro de esta diversidad existe un grupo especialmente valorado: los quesos que cuentan con denominación de origen protegida. La DOP es un sello oficial otorgado por la Unión Europea que garantiza que un producto ha sido producido, transformado y elaborado íntegramente en una zona geográfica concreta, siguiendo métodos tradicionales y cumpliendo estrictos controles de calidad. En el caso de los quesos, la DOP certifica que las características finales del producto están directamente ligadas al territorio, al clima, a la alimentación del ganado y al saber hacer de los productores locales. No significa que otros quesos sin este sello no sean excelentes, pero sí asegura que detrás de cada pieza con DOP hay un origen claramente definido y una identidad única.
En la actualidad, España cuenta con 26 quesos con denominación de origen protegida. A continuación, un recorrido por ellos, región a región, para entender por qué forman parte del patrimonio gastronómico del país.
Quesos de asturias
Asturias es una de las grandes potencias queseras del país y la comunidad con mayor número de quesos con DOP. Su tradición ganadera y su clima húmedo favorecen una producción variada y de gran personalidad. El cabrales es probablemente el más conocido: un queso azul intenso, elaborado con leche cruda de vaca o mezcla de vaca, cabra y oveja, y madurado en cuevas naturales de los picos de europa. Potente, salino y profundo, es un imprescindible. El gamonéu, en sus variedades del puerto y del valle, combina leche de vaca, oveja y cabra, con un característico toque ahumado y una maduración en cuevas. El casín es uno de los quesos más antiguos de España, elaborado con leche de vaca y trabajado a mano con dibujos tradicionales. El afuega’l pitu, fresco o curado, destaca por su textura cremosa y su sabor ligeramente ácido, mientras que el queso de los beyos, producido en los valles del sella, es compacto, elegante y muy ligado al territorio.
Quesos de cantabria
Cantabria reúne tres denominaciones de origen que reflejan su paisaje verde y su tradición ganadera. Los quesucos de liébana son pequeños quesos de textura cremosa que pueden elaborarse con leche de vaca, oveja, cabra o mezcla. Se presentan tanto ahumados como sin ahumar y resultan ideales para quienes buscan sabores suaves pero con personalidad. El picón bejés-tresviso es uno de los grandes quesos azules españoles, intenso y untuoso, con una maduración que se realiza en cuevas naturales. Completa la lista el queso nata de cantabria, elaborado con leche de vaca frisona, de sabor delicado y textura elástica, perfecto para quienes prefieren quesos menos agresivos.
Quesos de castilla y león
En esta comunidad destaca el queso zamorano, elaborado con leche de oveja de las razas churra y castellana. De pasta prensada y sabor profundo, necesita una maduración mínima que garantiza su carácter. Aunque no cuenta con DOP, es imposible no mencionar el queso de valdeón, un queso azul de gran prestigio elaborado en los picos de europa, que acompaña a la perfección carnes, salsas y platos de cuchara.
Quesos de castilla-la mancha
Hablar de quesos españoles sin mencionar el queso manchego sería imposible. Elaborado exclusivamente con leche de oveja manchega, este queso es uno de los más reconocidos dentro y fuera del país. Se presenta en versiones semicuradas, curadas y añejas, con un sabor que va ganando intensidad con el tiempo. Su corteza marcada y su aroma inconfundible lo convierten en un imprescindible para cualquier amante del queso.
Quesos de cataluña
Cataluña cuenta con una única denominación de origen: el queso de l’alt urgell y la cerdanya. Elaborado con leche de vaca pasteurizada, es un queso graso y curado, de pasta clara y textura cremosa. Su sabor es elegante y equilibrado, lo que lo hace muy versátil tanto para consumir solo como para usar en cocina.
Quesos de extremadura
Extremadura es sinónimo de quesos cremosos e intensos. La torta del casar y el queso de la serena son dos joyas elaboradas con leche de oveja y cuajo vegetal, lo que les confiere esa textura casi líquida en el interior. Son quesos que no dejan indiferente y que suelen generar auténticos adeptos. A ellos se suma el queso ibores, elaborado con leche cruda de cabra, de sabor más marcado y ligeramente ácido, muchas veces con corteza untada en pimentón.
Quesos de las islas baleares
En baleares sobresale el queso mahón-menorca, elaborado con leche de vaca. Puede encontrarse en versiones artesanas, hechas con leche cruda, o en versiones pasteurizadas. Su sabor evoluciona desde notas lácticas suaves hasta matices más salinos y especiados en los quesos curados, reflejo del clima y del entorno marítimo de la isla.
Quesos de galicia
Galicia posee una de las tradiciones queseras más ricas del país, con cuatro denominaciones de origen. El arzuá-ullóa es un queso de pasta blanda y sabor suave, ideal para quienes se inician en el mundo del queso. El queixo do cebreiro, con su forma característica y textura granulosa, es fresco y delicado. El queixo tetilla es fácilmente reconocible por su forma cónica y su interior cremoso, mientras que el san simón da costa destaca por su aroma ahumado y su personalidad única.
Quesos de la rioja
El queso camerano es el único con DOP en la rioja y se elabora con leche de cabra. Puede encontrarse en versiones frescas, tiernas, semicuradas y curadas. Una de sus señas de identidad son las marcas exteriores que deja el molde tradicional de mimbre, que además de decorativas hablan de su proceso artesanal.
Quesos de las islas canarias
Canarias cuenta con tres denominaciones de origen que ponen en valor la leche de cabra. El queso palmero, ahumado con maderas locales, es intenso y aromático. El queso de flor de guía, elaborado principalmente con leche de oveja y cuajo vegetal, tiene un sabor muy característico. El queso majorero, producido con leche de cabra majorera, es uno de los más reconocidos del archipiélago y se presenta en versiones naturales, untadas en pimentón o gofio.
Quesos de murcia
Murcia aporta dos denominaciones de origen elaboradas con leche de cabra murciana. El queso de murcia destaca por su sabor limpio y su textura firme. El queso de murcia al vino se somete a lavados con vino tinto durante su maduración, lo que le da un color violáceo en la corteza y un aroma muy particular que lo hace fácilmente reconocible.
Quesos de navarra
Navarra comparte protagonismo con dos quesos de gran tradición. El queso roncal, elaborado con leche cruda de oveja, fue el primer queso español en recibir denominación de origen. Es intenso, ligeramente picante y muy persistente. El queso idiazabal, compartido con el país vasco, se elabora con leche de oveja latxa y puede encontrarse ahumado o natural, siempre con un sabor profundo y elegante.
Quesos del país vasco
El queso idiazabal es el gran referente del país vasco y uno de los quesos más antiguos de la península. Su elaboración apenas ha variado a lo largo de los siglos y su sabor refleja la tradición pastoril de la región. Tanto ahumado como sin ahumar, es un queso imprescindible para entender la identidad gastronómica del norte de España.




