¿Por qué es importante estudiar en papel?

En la actualidad, muchas personas han adoptado el ordenador, la tablet o el teléfono móvil como sus principales herramientas de estudio. La posibilidad de acceder a información en segundos, organizar apuntes en carpetas digitales y estudiar desde cualquier lugar resulta muy atractiva. Sin embargo, no siempre lo digital es sinónimo de aprendizaje eficaz. Existen casos muy comunes de estudiantes que, tras varios semestres estudiando exclusivamente con dispositivos electrónicos, comienzan a notar que les cuesta retener la información y que su rendimiento académico no es el esperado.

En una situación bastante habitual, una estudiante universitaria llevaba años estudiando únicamente con su ordenador portátil. Preparaba exámenes leyendo archivos PDF, tomando notas en documentos digitales y buscando información constantemente en internet. Al principio parecía funcionar, pero con el tiempo empezó a notar que olvidaba con rapidez lo que estudiaba y que necesitaba repasar una y otra vez los mismos temas. A pesar de dedicar muchas horas al estudio, los resultados no terminaban de acompañar su esfuerzo.

Ante esta dificultad, recibió la sugerencia de probar un método distinto: estudiar con apuntes en papel. La idea generó dudas al principio, ya que parecía menos práctico y más lento que hacerlo en digital. Sin embargo, decidió intentarlo y cambiar parte de su rutina. Empezó a escribir a mano, a subrayar textos y a consultar libros físicos en lugar de depender únicamente de enlaces y pantallas. Poco a poco, notó que recordaba mejor los contenidos y que le resultaba más sencillo relacionar ideas.

Uno de los primeros cambios evidentes fue la reducción de distracciones. Al estudiar con papel, ya no tenía a mano redes sociales, notificaciones ni la tentación de abrir otras páginas. El simple hecho de sentarse con un cuaderno y un libro le permitía concentrarse durante más tiempo. Además, escribir a mano hacía que el estudio fuera más activo, obligándola a procesar la información en lugar de copiarla de forma mecánica.

¿Es esto algo casual?

La respuesta es no. El funcionamiento del cerebro explica por qué estudiar en papel puede ser tan eficaz. Existen personas que con una sola lectura logran memorizar gran parte de la información, pero muchas otras necesitan repetir los contenidos varias veces para asimilarlos correctamente. El estudio en papel favorece esas repeticiones de manera natural. Se repite al escribir, se repite al subrayar, se repite al leer y se repite al elaborar esquemas o resúmenes.

Cada una de estas acciones refuerza el aprendizaje y ayuda a que la información pase de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. No se trata solo de leer, sino de interactuar con el contenido. Por eso, estudiar en papel sigue siendo una herramienta valiosa, incluso en un mundo dominado por la tecnología.

¿Cuáles son los beneficios de estudiar en papel?

Estudiar en papel puede parecer una práctica del pasado, pero sigue ofreciendo ventajas claras para el aprendizaje. A continuación, se detallan algunos de los beneficios más importantes de este método.

Mejora la retención de información

Uno de los principales beneficios de estudiar en papel es la mejora en la retención de información. Escribir a mano activa diferentes áreas del cerebro en comparación con teclear en un dispositivo. Este proceso requiere un mayor esfuerzo cognitivo, lo que ayuda a fijar mejor los contenidos.

Cuando se escriben apuntes a mano, no se suele copiar palabra por palabra, sino que se resume, se interpreta y se reorganiza la información. Este esfuerzo adicional favorece la comprensión y facilita que los conceptos se recuerden más adelante. Además, subrayar y marcar ideas clave en un texto físico refuerza visualmente los puntos importantes, ayudando a identificarlos con mayor rapidez en futuros repasos.

Tener apuntes en papel también permite volver a ellos en cualquier momento sin depender de dispositivos electrónicos. Esta accesibilidad favorece los repasos frecuentes, fundamentales para consolidar el aprendizaje.

Ayuda a concentrarse mejor

La concentración es uno de los mayores retos al estudiar, especialmente en entornos digitales llenos de estímulos. Al utilizar un ordenador o un móvil, es fácil distraerse con notificaciones, mensajes o páginas web que nada tienen que ver con el estudio.

El papel, en cambio, elimina muchas de estas distracciones. Al no estar conectado a internet, el entorno de estudio se vuelve más controlado y predecible. Esto facilita mantener la atención durante períodos más largos y aprovechar mejor el tiempo de estudio.

Además, escribir a mano ayuda a mantener la mente enfocada en la tarea. El acto físico de escribir requiere coordinación y atención, lo que reduce la posibilidad de estudiar de forma automática o distraída. Esto se traduce en sesiones de estudio más productivas y eficientes.

Fomenta el hábito de estudio

Otro beneficio importante de estudiar en papel es que ayuda a consolidar el hábito de estudio. Tener cuadernos, libros y apuntes físicos permite visualizar el progreso de manera tangible. Ver páginas escritas, subrayadas o completadas genera una sensación de avance que resulta motivadora.

El estudio en papel también facilita la planificación. Es más sencillo organizar temas, establecer horarios y marcar objetivos cuando se trabaja con materiales físicos. Esto contribuye a crear rutinas más estables y a mantener la constancia, un factor clave para el éxito académico.

Además, al escribir a mano se refuerza la memoria y se mejora la comprensión, lo que suele traducirse en mejores resultados. Esto refuerza la motivación y hace que el estudio deje de percibirse como una tarea frustrante.

Aunque la tecnología ofrece herramientas útiles y prácticas, estudiar en papel sigue siendo una opción altamente efectiva. Combinar ambos métodos puede ser una buena estrategia, pero no debería subestimarse el valor de escribir, leer y repasar en papel. Este enfoque favorece la concentración, mejora la retención y ayuda a construir hábitos de estudio más sólidos y duraderos.