Recetas con mejillones
Los mejillones son uno de los mariscos más apreciados y accesibles que podemos incorporar en nuestra dieta. Su bajo costo y su alto valor nutricional los convierten en un alimento ideal tanto para comidas cotidianas como para platos más elaborados. Además, su sabor intenso y su textura tierna los hacen protagonistas de una gran variedad de recetas, desde preparaciones sencillas hasta propuestas más sofisticadas.
Este molusco bivalvo, además de ser económico, destaca por su excelente aporte de proteínas, hierro, fósforo y minerales esenciales para el organismo. Aporta tan solo 65 calorías por cada 100 gramos, lo que lo convierte en una opción ligera y saludable. Su bajo contenido en grasa y su riqueza en omega 3 lo hacen perfecto para cuidar el corazón y mantener una dieta equilibrada sin renunciar al sabor del mar.
En todo el mundo existen distintas especies de mejillones, aunque las más conocidas y consumidas son tres: el mejillón común o atlántico, el mejillón mediterráneo y el choro (también llamado chorito en América del Sur). Todos comparten una carne sabrosa y jugosa, pero difieren en tamaño, color y hábitat.
El mejillón común o atlántico es el más extendido en las costas europeas y se caracteriza por su concha oscura y alargada. El mejillón mediterráneo es similar, aunque suele tener un sabor ligeramente más suave debido a las características del agua del mar. Por último, el choro o chorito, típico de las costas del Pacífico sur, es más grande y carnoso, ideal para recetas al vapor o al vino blanco.
¿Cómo limpiar correctamente los mejillones?
Para disfrutar de su sabor al máximo, es fundamental limpiar bien los mejillones antes de cocinarlos. Siempre deben estar frescos, vivos y con las conchas cerradas. Si alguna está rota o abierta y no se cierra al tocarla, conviene descartarla.
El proceso de limpieza es sencillo. Primero, se deben lavar bajo el chorro de agua fría para eliminar la arena o los restos de suciedad. Luego, con un cuchillo pequeño o un cepillo duro, se raspan las conchas y se cortan los hilos o “barbas” con los que se adhieren a las rocas o cuerdas de cultivo. Es preferible cortarlos en lugar de arrancarlos para no dañar la carne. No hace falta retirar las incrustaciones duras, ya que durante la cocción realzarán el sabor marino. Una vez cocidos, puedes quitar los restos con tijeras para una mejor presentación.
Tres recetas con mejillones fáciles y deliciosas
A continuación, tres preparaciones con diferentes estilos y niveles de intensidad, pero todas muy sencillas y llenas de sabor.
1. Mejillones al vapor con ajo y guindilla
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones
- 2 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 1 vaso de vino blanco
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- Lava los mejillones bajo el agua fría y elimina las barbas e impurezas.
- Pela y pica los dientes de ajo muy finos.
- En una cazuela grande, añade un chorro de aceite de oliva y rehoga el ajo hasta que empiece a dorarse.
- Agrega la guindilla y el vino blanco.
- Incorpora los mejillones, tapa la olla y deja que se abran con el vapor durante unos minutos.
- Cuando todas las conchas estén abiertas, retira del fuego y sirve inmediatamente.
Este plato es perfecto como entrante o aperitivo. Su combinación de ajo, vino y guindilla realza el sabor natural del mejillón y aporta un toque picante delicioso.
2. Mejillones en salsa de vino blanco
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 4 zanahorias
- 1 limón
- 200 ml de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
- 1 ramita de tomillo
Preparación:
- Limpia los mejillones cuidadosamente y reserva.
- Pela las zanahorias y córtalas en bastones finos. Pica la cebolla y el ajo.
- Ralla la cáscara del limón y exprime su jugo.
- En una olla grande, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla y el ajo durante unos minutos.
- Añade las zanahorias y cocina unos cinco minutos más.
- Incorpora los mejillones, el vino blanco, el jugo de limón, sal, pimienta y el tomillo.
- Tapa la olla y deja cocinar al vapor entre 10 y 15 minutos, hasta que los mejillones se abran.
- Finalmente, espolvorea la ralladura de limón antes de servir.
El resultado es una salsa aromática y sabrosa, ideal para mojar pan o acompañar con arroz blanco.
3. Mejillones gratinados al horno
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones
- 6 cucharadas de pan rallado
- 50 g de queso parmesano rallado
- 1 limón
- 2 cucharaditas de ajo seco molido
- 2 cucharaditas de perejil fresco picado
- 1 chorrito de vino blanco
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Preparación:
- Limpia bien los mejillones y cuécelos al vapor con un poco de vino blanco hasta que se abran.
- En un bol mezcla el pan rallado, el queso parmesano, el zumo de limón, el ajo, el perejil, un poco de aceite y una pizca de sal.
- Coloca los mejillones abiertos sobre una bandeja de horno y reparte una cucharadita de la mezcla sobre cada uno.
- Gratina durante unos minutos hasta que la superficie se dore ligeramente.
Este plato es perfecto como entrante o tapa, con un toque crujiente y aromático que contrasta con la suavidad del molusco.
Además de su sabor, los mejillones destacan por sus propiedades nutricionales. Son ricos en proteínas de alta calidad y una fuente natural de minerales esenciales como el hierro, el zinc y el selenio. También aportan vitaminas del grupo B, especialmente la B12, indispensable para el sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
Su bajo contenido calórico y su aporte de ácidos grasos omega 3 los hacen ideales para mantener una dieta equilibrada. Pueden incorporarse a ensaladas, sopas, guisos, pastas o simplemente servirse al vapor con un chorrito de limón.
Ya sea al estilo tradicional o en versiones más modernas, los mejillones son un ejemplo de cómo un producto económico puede transformarse en un plato delicioso, nutritivo y digno de cualquier mesa.



