Recetas veraniegas con queso
Cuando llega el verano y las temperaturas se disparan, lo que más apetece son platos ligeros, frescos y fáciles de preparar, que nos ayuden a mantenernos frescos sin renunciar al placer de un buen sabor. El queso, con su versatilidad y rica variedad de texturas y sabores, se convierte en un aliado ideal en la cocina estival. A continuación, te presentamos cinco recetas que destacan por su frescura y sencillez, todas ellas utilizando diferentes tipos de quesos que le dan un toque especial a cada plato.
Tostadas de aguacate, tomate y queso fresco
Ingredientes:
- 4 rebanadas de pan integral
- 2 aguacates maduros
- 150 gramos de queso fresco
- Un puñado de tomates cherry
- Jugo de limón
- Albahaca fresca
- Vinagre balsámico
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
-Empieza por cortar los aguacates por la mitad, retirarles el hueso y sacar su pulpa con una cuchara. Coloca la pulpa en un bol y machácala hasta obtener una mezcla suave y cremosa. A continuación, añade el queso fresco y mezcla ambos ingredientes hasta que se integren bien. Agrega un poco de jugo de limón y sazona con sal al gusto, mezclando nuevamente para distribuir bien los sabores.
-Por otro lado, corta los tomates cherry en mitades y colócalos en un recipiente. Aliña con un chorrito de aceite de oliva, un toque de vinagre balsámico, sal y pimienta, mezclando suavemente para que los tomates absorban bien los sabores.
-Tuesta las rebanadas de pan integral hasta que estén doradas y crujientes. Luego, unta cada rebanada con una generosa capa de la mezcla de aguacate y queso fresco. Encima, distribuye los tomates cherry aliñados y añade un poco más de queso fresco desmenuzado por encima si lo deseas. Finaliza el plato decorando con unas hojas de albahaca fresca y una pizca de sal en escamas para darle un toque final. ¡Listo para disfrutar de un desayuno o merienda refrescante y delicioso!
Ensalada de canónigos, manzana, queso de cabra y nueces
Ingredientes:
- 100 gramos de canónigos o rúcula
- 100 gramos de lechuga
- 120 gramos de queso de cabra
- 1 manzana
- 80 gramos de nueces
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre balsámico
- Sal al gusto
- Opcional: boniato asado y granada si es temporada
Preparación:
-Empieza por lavar bien los canónigos y la lechuga, escúrrelos y colócalos como base en una ensaladera grande. A continuación, corta el queso de cabra en el formato que prefieras (puede ser en rulo, perlas o trozos) y distribúyelo sobre las hojas verdes.
-Pela la manzana, quítale el corazón y córtala en pequeños dados. Añade estos trozos a la ensalada junto con las nueces, repartiendo todo de manera homogénea. Si estás en temporada de boniato y granada, puedes añadir trozos de boniato asado y unos granos de granada para darle un toque extra de sabor y color a la ensalada.
-Para aliñar, prepara una vinagreta mezclando en un cuenco seis cucharadas de aceite de oliva virgen extra con dos cucharadas de vinagre balsámico. Añade sal al gusto y mezcla bien. Vierte la vinagreta sobre la ensalada justo antes de servir y disfruta de un plato saludable y refrescante que puedes disfrutar en cualquier momento del día.
Brochetas de melón, mozarela y jamón
Ingredientes:
- 1 melón variedad ‘Cantaloup’
- 8 bolitas de queso mozzarella
- 4 lonchas de jamón serrano
- 4 cucharaditas de
- aceite de oliva virgen extra
- Albahaca fresca
- Perejil fresco para decorar
Preparación:
-Comienza pelando el melón y utilizando un sacabolas para extraer pequeñas esferas de pulpa, del tamaño similar a las bolitas de mozzarella. Escurre bien la mozzarella para eliminar el exceso de agua y sécala con cuidado para que no suelte líquido al montarlas.
-Toma unos palitos para brochetas y comienza a ensamblar: ensarta en cada uno dos bolitas de melón, seguidas de dos bolitas de mozzarella y termina con una loncha de jamón serrano, que puedes doblar en forma de abanico para darle un toque decorativo.
-En un pequeño cuenco, mezcla el aceite de oliva con unas hojas de albahaca fresca finamente picadas. Rocía esta mezcla sobre las brochetas ya montadas. Para finalizar, decora el plato con unas ramitas de perejil fresco. Estas brochetas son un entrante perfecto para una comida al aire libre o una cena ligera en una noche de verano.
Pisto con huevo y queso fresco
Ingredientes:
- 2 pimientos rojos
- 1 cebolla
- 1 berenjena
- 500 gramos de salsa de tomate casera
- 1 yema de huevo
- 100 gramos de queso de Murcia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco para decorar
Preparación:
-Lava y pela los pimientos, la cebolla y la berenjena, luego córtalos en dados pequeños. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva y agrega las verduras picadas. Cocina a fuego medio durante unos 20 minutos, removiendo ocasionalmente para asegurarte de que las verduras se cocinen de manera uniforme y no se quemen.
-Cuando las verduras estén tiernas, añade la salsa de tomate casera y 50 ml de agua para que la mezcla no quede demasiado espesa. Cocina todo junto a fuego lento durante unos 10 minutos más, removiendo de vez en cuando para que los sabores se integren bien. Sazona con sal y pimienta al gusto.
-Una vez cocido el pisto, colócalo en un plato o fuente. Con una cuchara, haz un pequeño hueco en el centro del pisto y coloca la yema de huevo cruda en él. Ralla el queso fresco de Murcia por encima y espolvorea con un poco de perejil fresco picado. Este pisto con huevo y queso es un plato sencillo pero lleno de sabor, perfecto para una comida nutritiva y reconfortante.
‘Panna cotta’ con queso de cabra de higos y mermelada de arándanos
Ingredientes:
- 5 hojas de gelatina
- 250 ml de leche
- 100 gramos de endulzante
- 8 bolitas de queso de cabra con higos
- 200 gramos de queso crema
- 150 gramos de arándanos congelados
- Zumo de medio limón
- Ralladura de limón y hierbabuena fresca para decorar
Preparación:
-Coloca las hojas de gelatina en un bol con agua fría y déjalas en remojo hasta que se hidraten. Mientras tanto, en una olla, mezcla la leche, el endulzante, las bolitas de queso de cabra con higos y el queso crema. Lleva la mezcla a fuego medio y cocina removiendo constantemente hasta que el queso se derrita y todo esté bien integrado.
-Cuela la mezcla para eliminar posibles grumos y agrega las hojas de gelatina hidratadas. Remueve bien hasta que la gelatina se disuelva por completo. Vierte la mezcla en vasitos individuales y refrigérala por lo menos durante 3 horas para que cuaje.
-Para preparar la mermelada, coloca los arándanos en una olla junto con el zumo de medio limón y cocina a fuego lento. Mientras se cocinan, aplasta los arándanos con una cuchara para que suelten su jugo y se deshagan. Una vez la mermelada haya espesado, retírala del fuego y deja enfriar.
-Al momento de servir, vierte una capa de mermelada de arándanos sobre cada panna cotta, y decora con un poco de ralladura de limón y unas hojas de hierbabuena fresca. Este postre es ideal para cerrar con broche de oro una comida veraniega, combinando la suavidad de la panna cotta con el toque frutal de los arándanos.




