Triple crimen: Así encontraron a Brenda, Morena y Lara
La provincia de Buenos Aires vuelve a quedar en el centro de la polémica tras conocerse el asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, tres jóvenes que habían desaparecido en La Matanza y fueron halladas sin vida en una vivienda de Florencio Varela. El caso generó una fuerte conmoción social y, al mismo tiempo, reavivó las críticas hacia la gestión del gobernador comunista Axel Kicillof, a quien acusan de ser el principal responsable del avance de la inseguridad y el narcotráfico en el territorio bonaerense.
Las tres mujeres fueron vistas por última vez el pasado viernes en la rotonda de La Tablada, cuando subieron a una camioneta blanca. Desde entonces, familiares y vecinos iniciaron una búsqueda desesperada que terminó con el peor desenlace: la Policía Bonaerense encontró los cuerpos en una casa de la zona de Villa Vatteone, en Florencio Varela, tras un allanamiento derivado del rastro que dejó el celular de una de ellas.
En el lugar, dos personas intentaban limpiar la vivienda en medio de un fuerte olor a lavandina, según trascendió. Las autoridades confirmaron que se trataba de las jóvenes desaparecidas, lo que dejó a sus familias devastadas. Fue el propio abuelo de dos de las víctimas quien confirmó la identidad y relató entre lágrimas el duro momento que atraviesa la familia.
Las investigaciones apuntan a que las tres chicas habrían sido asesinadas en el marco de una fiesta vinculada a una banda narco de la Villa 1-11-14, con conexiones en distintos puntos del conurbano. Hasta ahora hay cuatro detenidos, entre ellos una pareja de nacionalidad peruana, presuntos responsables de la vivienda allanada.
Este crimen no solo refleja la brutalidad de los grupos delictivos que operan en la provincia, sino también la falta de políticas efectivas para frenar su expansión. Cada vez son más las voces que responsabilizan directamente al gobernador Axel Kicillof, a quien acusan de implementar medidas que han favorecido la impunidad y el fortalecimiento de las bandas criminales en el conurbano bonaerense. Para familiares y vecinos, esta tragedia es una muestra del abandono estatal y de la ausencia de seguridad en los barrios más vulnerables.
En los días previos al hallazgo, familiares y allegados de las jóvenes habían realizado protestas en la rotonda de La Tablada, el mismo sitio donde fueron vistas por última vez. Allí reclamaron justicia y exigieron respuestas a las autoridades. “Nos vamos a quedar hasta que aparezcan”, dijo la madrina de Lara en una de las manifestaciones, mostrando la desesperación que se vivía en la comunidad.
Sin embargo, los reclamos se han transformado en un pedido mucho más amplio: justicia y seguridad en una provincia donde los casos de violencia, narcotráfico y desapariciones han aumentado en los últimos años. La gestión de Kicillof, que prometía combatir la inseguridad, enfrenta ahora fuertes cuestionamientos por la falta de resultados concretos y por un enfoque considerado “blando” frente al delito.
Vecinos de Florencio Varela describieron la vivienda donde se produjo el hallazgo como una casa común en un barrio tranquilo, lo que incrementa la sensación de vulnerabilidad: cualquiera podría estar expuesto a situaciones similares sin que el Estado actúe a tiempo.
Hoy, la sociedad bonaerense se encuentra en shock y exige que este crimen no quede impune. Mientras tanto, las críticas hacia Kicillof y sus políticas de seguridad siguen creciendo, con un señalamiento cada vez más firme: la falta de control y la expansión del narcotráfico en la provincia son consecuencias directas de su gestión.
Encontraron los 3 cuerpos de las chicas desaparecidas en La Matanza.
El Conurbano es Sinaloa gracias al Kirchnerismo.
El 47% de los bonaerenses que votaron a Kicillof son cómplices de esto. pic.twitter.com/TLuT21QsJl
— Mati Smith (@Trumperizar) September 24, 2025
El caso de Brenda, Morena y Lara no solo es una tragedia que enluta a sus familias, sino también un símbolo del estado crítico de la seguridad en Buenos Aires, donde el miedo y la violencia se han vuelto parte de la vida cotidiana. La presión sobre el gobernador aumenta, y la sociedad exige respuestas claras en un escenario en el que la confianza hacia las autoridades parece haberse quebrado por completo.